Tipos de Inversiones: Qué Debes Saber

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Tipos de Inversiones: Qué Debes Saber

Quizás te suene la inversión como un tema complejo, pero es una de las mejores formas de hacer crecer tu dinero y alcanzar metas financieras a futuro. Ya sea que estés comenzando tu vida laboral, formando una familia, o simplemente buscando sacar más provecho de tus ahorros, entender los tipos de inversiones disponibles te ayudará a entenderlo mejor.

La buena noticia es que hoy invertir es más accesible que nunca; actualmente cualquier persona desde los 18 años puede empezar incluso con montos pequeños y convertirse en inversionista potencial sin importar su edad.

En otras palabras, ¡nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para comenzar a invertir!

Antes de entrar a cada tipo de inversión, recuerda algunos principios básicos: normalmente, a mayor rentabilidad potencial, mayor suele ser el riesgo asociado, y viceversa.

También es importante definir tus objetivos (no es lo mismo invertir para una emergencia que para la jubilación) y tu horizonte de tiempo.

Con esto en mente, veamos las opciones más comunes de inversión y qué debes saber de cada una.

Depósitos a Plazo Fijo y Cuentas de Ahorro (Renta Fija)

Este es el punto de partida para muchos. Los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro son instrumentos ofrecidos por bancos y financieras donde colocas tu dinero y recibes a cambio una tasa de interés.

Son considerados inversiones de bajo riesgo, ya que en condiciones normales tu capital está protegido (incluso en Perú existe el Fondo de Seguro de Depósitos para montos hasta cierto límite).

La rentabilidad, eso sí, es modesta pero segura. Por ejemplo, en 2025 las mejores tasas de depósitos a plazo en soles rondan del 3% al 6% anual, dependiendo de la institución y el plazo elegido.

Estas tasas suelen apenas ganarle a la inflación, por lo que no te harás rico con un depósito, pero cumplirán el rol de mantener tu dinero seguro y con un pequeño crecimiento.

¿Cuándo conviene?

Los depósitos a plazo y cuentas de ahorro son ideales para metas de corto plazo, conformar tu fondo de emergencia o para perfiles muy conservadores que priorizan seguridad sobre rentabilidad.

Ten en cuenta que en un depósito a plazo no podrás retirar el dinero hasta cumplido el período pactado (o tendrás penalidades), así que invierte solo dinero que no vayas a necesitar de inmediato.

Finalmente, procura comparar opciones en distintas entidades; algunas cajas rurales o financieras pueden ofrecer intereses significativamente más altos que los grandes bancos.

Siempre verifica que la entidad esté regulada por la SBS para garantizar la protección de tu ahorro.

Bonos (Deuda del Estado o Empresas)

Los bonos son otra forma clásica de inversión de renta fija. Cuando compras un bono, básicamente le estás prestando dinero a quien lo emite, que puede ser un gobierno (bonos soberanos) o una empresa (bonos corporativos), a cambio de pagos de interés periódicos y la devolución del capital al vencimiento.

Los bonos se consideran en general de riesgo bajo a moderado: todo depende de la solidez del emisor.

Un bono del Gobierno peruano, por ejemplo, es bastante seguro y paga intereses relativamente mayores que un depósito bancario estándar.

Para darte una idea, el rendimiento del bono soberano peruano a 10 años rondaba el 6% anual. Eso significa que, si el Estado peruano te “pidiera prestado” dinero a 10 años, te pagaría aproximadamente un 6% cada año por ese préstamo.

Por supuesto, a plazos más cortos la tasa suele ser menor, y los bonos corporativos (emitidos por empresas) pueden pagar un poco más de interés que los del gobierno para compensar el ligeramente mayor riesgo de impago.

¿Qué debes saber de los bonos?

Primero, que también tienen fluctuaciones de precio si decides venderlos antes de su vencimiento.

Si las tasas de interés suben en el mercado, el valor de tu bono existente podría bajar (y viceversa). No obstante, si mantienes el bono hasta el final, recibirás exactamente lo pactado.

Invertir en bonos es apropiado para objetivos de mediano a largo plazo, y es una estrategia muy utilizada por inversores conservadores o moderados que buscan algo de rendimiento extra sin asumir la volatilidad de la bolsa.

Se puede participar en este mercado a través de fondos de inversión o ETFs que incluyan bonos en su portafolio, logrando diversificación y facilidad.

Fondos Mutuos o Fondos de Inversión

Si quieres diversificar un poco o no cuentas con mucho conocimiento para elegir acciones o bonos individuales, los fondos mutuos (también llamados fondos de inversión) pueden ser una alternativa.

Un fondo mutuo reúne el dinero de muchas personas para invertirlo en un portafolio diversificado de activos (puede ser una combinación de acciones, bonos, etc.), todo manejado por profesionales.

En esencia, delegas la gestión a expertos a cambio de una pequeña comisión, y a cambio obtienes una participación proporcional en todas las inversiones del fondo.

Ventajas

Al invertir en un fondo logras diversificación instantánea (reduciendo riesgo), acceso a mercados que quizá individualmente sería difícil (por ejemplo, bonos internacionales, o acciones extranjeras), y comodidad, ya que la administradora se encarga del día a día de las inversiones.

Hay fondos para todos los perfiles: fondos de renta fija (más seguros), fondos mixtos (balanceados) y fondos de renta variable (más agresivos).

Por eso, son adecuados tanto para inversionistas moderados que buscan equilibrio, como para agresivos que quieren mayor crecimiento pero a través de una gestión profesional.

De hecho, muchos inversionistas peruanos prefieren tener exposición a acciones mediante fondos de inversión en vez de comprarlas directamente, especialmente aquellos que están iniciándose.

Ten en cuenta que los fondos mutuos no garantizan rentabilidad; dependen del mercado. Revisa la política del fondo (en qué invierte, qué comisiones cobra) antes de entrar.

En el Perú, el número de personas invirtiendo mediante fondos ha venido creciendo, reflejo de que cada vez más gente confía en esta herramienta.

Puedes empezar con montos relativamente bajos (algunos fondos locales permiten invertir desde montos relativamente bajos.

Acciones (Bolsa de Valores)

Cuando piensas en invertir, probablemente piensas en la bolsa de valores, donde puedes comprar una acción de una empresa.

Si a la empresa le va bien, el valor de tus acciones sube y puedes ganar dinero; además, algunas reparten dividendos (ganancias) periódicamente a los accionistas.

Históricamente, las acciones han ofrecido los mayores retornos a largo plazo entre las inversiones tradicionales, pero también vienen con el mayor riesgo de corto plazo.

El precio de una acción puede subir o bajar dramáticamente en períodos cortos debido a las condiciones de mercado.

Por ejemplo, durante la crisis del COVID-19, el índice S&P 500 (Bolsa de EE.UU.) llegó a oscilar fuertemente a inicios de 2020, aunque luego se recuperó. Esto ilustra la volatilidad: debes estar preparado para ver altibajos importantes en el camino.

En Perú, invertir en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) es todavía poco común a nivel masivo.

Las razones pueden ser desconocimiento, temor al riesgo o la idea de que “se necesita mucho dinero” para empezar.

Sin embargo, esto último ha ido cambiando. Hoy existen plataformas digitales (fintech) que han reducido las barreras de entrada.

Es decir, las nuevas generaciones están incursionando en la bolsa apoyándose en estas herramientas accesibles.

¿Qué debes saber antes de comprar acciones?

Que es fundamental informarte sobre la empresa en la que inviertes (su situación financiera, perspectivas de negocio, etc.), diversificar (no poner todo tu dinero en una sola empresa o sector) y tener un horizonte de inversión de mediano a largo plazo.

Si necesitas liquidez inmediata o eres muy adverso al riesgo, invertir en acciones individuales quizás no sea lo más adecuado.

Pero si cuentas con un excedente que puedes mantener invertido por varios años, las acciones pueden ofrecerte un crecimiento significativo.

Algunos inversionistas novatos comienzan invirtiendo pequeñas sumas para “aprender en la cancha” cómo funciona el mercado, y a medida que ganan confianza (y conocimientos) incrementan sus montos.

Finalmente, es recomendable no dejarse llevar por las emociones. La bolsa puede despertar euforia o pánico, y esas emociones pueden llevar a comprar/vender en momentos poco favorables.

Un inversor exitoso aprende a ser paciente y disciplinado, aprovechando las subidas y bajadas del mercado a su favor en vez de reaccionar impulsivamente.

Bienes Raíces (Inmuebles)

Invertir en bienes raíces significa destinar dinero a la compra de propiedades inmobiliarias, como terrenos, departamentos, casas o locales, con el objetivo de obtener una rentabilidad a futuro.

Esta rentabilidad puede venir de dos formas: valorización (que el inmueble aumente de valor con el tiempo) y renta (alquilar la propiedad para recibir ingresos periódicos).

Para muchas familias, comprar un departamento o casa no solo brinda un hogar, sino que también se ve como una inversión a largo plazo para el patrimonio familiar.

Los inmuebles se consideran una inversión de riesgo medio. Por un lado, su valor no fluctúa tan bruscamente como una acción en la bolsa; suele ser más estable y tiende a aumentar con el tiempo debido a la inflación y la demanda de vivienda.

Por otro lado, requieren capital grande de entrada, no son líquidos (vender una propiedad puede tomar meses o años) y los costos de mantenimiento, impuestos, etc., pueden restarle algo de rentabilidad.

Aún así, muchas personas confían en los ladrillos, aunque también hay que entender que los bienes raíces no siempre suben al mismo ritmo cada año, dependen de la ubicación, la situación económica, etc., y ocasionalmente pueden estancarse o bajar ligeramente en crisis inmobiliarias.

Consejos en bienes raíces

Si piensas invertir en tu primera vivienda, evalúa si la comprarás para vivir (te ahorras el pago de alquiler, que ya es un “retorno” indirecto) o para alquilar.

En el segundo caso, calcula la rentabilidad bruta anual de alquilar (ingreso anual por alquiler dividido entre el precio del inmueble).

Asegúrate de la calidad de la propiedad y su ubicación, pues un inmueble bien ubicado tiene mayor probabilidad de mantener su valor o apreciarse.

Muchos inversionistas inmobiliarios empiezan con algo pequeño (por ejemplo, un departamento para alquiler) y con el tiempo utilizan las rentas para ir escalando a propiedades de mayor valor.

Eso sí, ten presente que concentrar todo tu dinero en un solo inmueble es poco diversificado; es recomendable no descuidar otras inversiones financieras que te den liquidez, para no quedar “atado” únicamente a lo inmobiliario.

Seguros de Vida con Devolución (Protección + Ahorro)

Una opción de inversión menos convencional, pero muy útil para quienes buscan protección y ahorro a la vez, son los seguros de vida con devolución de primas. ¿De qué se trata?

Básicamente, es un seguro de vida que te cubre por un determinado plazo pero, si al final de ese periodo no ha ocurrido el evento asegurado (por ejemplo, fallecimiento en un seguro de vida), la compañía te devuelve parte o la totalidad de lo que pagaste en primas. Es decir, no “pierdes” tu dinero si no llegas a usar la cobertura.

Durante el tiempo que dura la póliza, tienes la tranquilidad de que, si algo te pasa, tus beneficiarios recibirán la suma asegurada; y si no pasa nada, recuperas tu dinero al finalizar el plazo. Por ello, a este producto se le suele ver como un híbrido entre seguro y ahorro/inversión.

¿Por qué podría interesarte un seguro con devolución?

Porque ofrece una doble ventaja: protección financiera para tu familia y formación de un ahorro programado para ti mismo.

Muchas personas quieren un seguro de vida pero les preocupa “gastar” en primas y no recuperar nada; con esta modalidad, esa inquietud desaparece. De hecho, al terminar el contrato podrías recibir un monto que podrías reinvertir, usar para un proyecto personal, viajar o lo que desees.

No se trata solo de un gasto en protección, sino también de una forma de guardar dinero con un propósito.

Empresas especializadas como Interseguro ofrecen este tipo de productos en Perú, adaptados a distintas necesidades.

Por ejemplo, puedes elegir plazos, montos de cobertura y modalidades de pago flexibles, de acuerdo a tu realidad.

Este tipo de seguro es ideal para padres de familia que buscan asegurar el futuro de su hogar sin sacrificar liquidez, y también para profesionales jóvenes que desean empezar a ahorrar de forma disciplinada con un objetivo claro.

Incluso gente que antes dudaba en contratar un seguro tradicional por miedo a “perder” su dinero, encuentra en el seguro con devolución una alternativa atractiva.

Naturalmente, como cualquier producto financiero, hay que leer bien las condiciones: el porcentaje de la prima que se devuelve, en qué casos exactos aplica la devolución, y qué ocurre si dejas de pagar antes de tiempo, etc.

Lo importante es que sepas que existe esta modalidad, y que puede ser una pieza valiosa dentro de tu plan financiero, ya que combina lo mejor de dos mundos (seguridad y rentabilidad).

Interseguro, con más de 25 años en el mercado peruano y el respaldo del Grupo Intercorp, ha venido desarrollando seguros con devolución y otras soluciones innovadoras enfocadas en el bienestar financiero de familias y jóvenes.

Por ello, no es solo una invitación a protegerte, sino a hacerlo de forma inteligente, sabiendo que tus aportes retornarán a ti al final del camino.

Emprendimientos y negocios propios

No podemos dejar de mencionar que emprender un negocio es también una forma de inversión, probablemente una de las más desafiantes, pero potencialmente de las más gratificantes.

Aquí inviertes no solo dinero, sino también tiempo, esfuerzo y dedicación para crear algo nuevo (tu propio emprendimiento, empresa o startup).

El retorno que esperas no es únicamente financiero, sino también crecimiento profesional y personal. Muchos jóvenes y familias en Perú ven en el emprendimiento una vía para mejorar sus ingresos y lograr independencia financiera.

De hecho, según cifras del estudio de Emprendimiento en el Perú y Amazonía, 2 de cada 10 personas adultas ya empezó su propio negocio o tiene una empresa.

Esto sitúa al país como uno de los más emprendedores de la región, con una actividad empresarial que supera a la de varios países latinoamericanos.

Ventajas

Si tu negocio tiene éxito, las ganancias pueden superar con creces lo que lograrías con otras inversiones, y estarás trabajando en algo que te apasiona o que dominas. Además, eres tu propio jefe.

Desventajas

Es, sin duda, una inversión de alto riesgo. Las estadísticas muestran que muchos negocios nuevos no sobreviven más allá de los primeros años.

No hay garantías de retorno; podrías incluso perder el capital invertido si el negocio no prospera.

Asimismo, requiere mucho compromiso: no es “dinero trabajando solo”, sino que tú serás el principal motor para que esa inversión dé frutos.

Recomendaciones para emprender

investiga bien el mercado de tu idea de negocio, elabora un plan (aunque sea básico al inicio) y empieza pequeño para probar.

Considera invertir primero solo el dinero que estés dispuesto a arriesgar. A medida que veas resultados, puedes reinvertir las utilidades para crecer.

Busca capacitación en gestión, marketing, finanzas. Hoy en día hay muchas fuentes (cursos, tutoriales, mentorías) que pueden aumentar tus probabilidades de éxito.

Y muy importante: no descuides tus otras finanzas personales por el negocio. Lo ideal es llevar en paralelo un orden en tus ahorros, mantener un colchón de emergencia y, si es posible, continuar invirtiendo en algunos instrumentos pasivos (como los mencionados antes) para no depender al 100% de un solo emprendimiento.

Emprender es toda una aventura y, aunque conlleva riesgos, también puede traer grandes recompensas económicas y satisfacción al ver materializado un sueño.

Criptomonedas (Activos Digitales)

En los últimos años se ha hablado mucho de criptomonedas como Bitcoin, Ethereum y otras.

Estas son monedas digitales descentralizadas, no respaldadas por gobiernos sino por la confianza de los usuarios y la tecnología blockchain.

Como inversión, las criptomonedas ofrecen altísimo potencial de rentabilidad (basta ver cómo Bitcoin pasó de valer centavos a miles de dólares en una década), pero también conllevan un riesgo extremadamente alto y volatilidad.

El precio de una cripto puede duplicarse en poco tiempo, pero también desplomarse de forma abrupta. Por ejemplo, Bitcoin ha tenido caídas de 50% o más en cuestión de meses durante su historia.

Por esta razón, muchos consideran a las criptomonedas una inversión especulativa: es decir, una apuesta de alto riesgo donde podrías ganar mucho, pero también perder mucho.

En Perú, la adopción de criptomonedas aún es incipiente. Es decir, todavía una minoría participa, en parte porque es un concepto nuevo y a veces complejo de entender.

Entre quienes sí invierten en cripto, muchos son jóvenes atraídos por las historias de ganancias rápidas o por la convicción de que estas tecnologías cambiarán el futuro del dinero.

Sin embargo, ojo con el entusiasmo desmedido: expertos financieros recomiendan conocer muy bien los pros y contras antes de poner tu dinero en criptoactivos.

La falta de regulación clara, la posibilidad de fraudes en plataformas no certificadas, y la simple volatilidad de mercado son factores a tener en cuenta.

Antes de entrar al mundo cripto

Si decides incursionar en criptomonedas, hazlo con precaución. Invierte solo un porcentaje pequeño de tu portafolio total (uno que estés dispuesto a perder sin que afecte tu estabilidad).

Infórmate sobre cómo funciona la tecnología, utiliza plataformas seguras y entiende que, así como puedes obtener altas ganancias, también podrías enfrentar pérdidas considerables.

Algunas personas empiezan comprando montos muy pequeños de criptomonedas, más que nada para aprender cómo funcionan las billeteras digitales, las transacciones, etc. Esta puede ser una buena estrategia educativa antes de arriesgar sumas mayores.

En resumen, las cripto pueden ser una parte de tu estrategia de inversión solo si estás consciente del riesgo y las ves con horizonte de muy largo plazo (apostando a su futura adopción).

De lo contrario, si lo tuyo no son las montañas rusas financieras, es válido observar este fenómeno desde la barrera y priorizar inversiones más tradicionales.

Conclusiones y consejos finales

Hemos revisado varias opciones, desde las más seguras hasta las más arriesgadas, y como ves, no existe una inversión “perfecta” para todos, sino la que mejor se ajusta a tus metas y a tu perfil.

Para finalizar, aquí van algunos consejos prácticos que debes saber al adentrarte en el mundo de las inversiones:

  • Educación y asesoramiento: Nunca inviertas en algo que no entiendas del todo. Tómate el tiempo de leer, informarte, preguntar a expertos o incluso tomar cursos básicos de finanzas personales. Si una inversión suena demasiado buena para ser verdad, desconfía. Apóyate en instituciones sólidas; por ejemplo, Interseguro y otras compañías financieras ofrecen contenido educativo y asesores que pueden guiarte en tus primeras decisiones.

  • Define tu estrategia: Clarifica para qué estás invirtiendo (ej. “quiero la inicial de un departamento en 5 años” o “quiero asegurar la educación de mis hijos en 10 años”). Esto te ayudará a determinar cuánto necesitas invertir, en qué plazo, y qué nivel de riesgo puedes asumir.

  • Diversifica tus inversiones: El viejo refrán “no pongas todos los huevos en la misma canasta” es la regla de oro. Distribuye tus ahorros en distintas opciones. Así, si alguna va mal, las otras compensarán. Una cartera bien diversificada mitiga el riesgo y te da más estabilidad en el tiempo.

  • Sé constante y paciente: Construir un patrimonio toma tiempo. Es preferible invertir montos razonables de manera regular (por ejemplo, aportes mensuales a un fondo o ahorro automático) que tratar de “adivinar” el momento perfecto para invertir una gran suma. La magia del interés compuesto ocurre con el tiempo, así que mientras antes comiences, mejor.

  • Revisa y ajusta cuando sea necesario: Tu situación de vida puede cambiar (nacimiento de hijos, cambios de empleo, etc.) y las condiciones de mercado también. Revisa al menos una vez al año cómo van tus inversiones y si siguen alineadas a tus metas. Realiza los ajustes necesarios, preferiblemente con ayuda profesional.

En conclusión, invertir no es algo exclusivo de expertos en Wall Street; está al alcance de todos nosotros, aquí y ahora en el Perú.

Con la información correcta y tomando pequeñas acciones, puedes hacer que tu dinero trabaje para ti y te acerque a esos sueños que tienes en mente.

Y recuerda, si necesitas orientación personalizada, en Interseguro estamos para ayudarte con alternativas que se adapten a tus necesidades.

 

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