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Ratio de Rentabilidad: Cómo Calcular el de tus Inversiones
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Ratio de Rentabilidad: Cómo Calcular el de tus Inversiones
Puede que hayas escuchado que en tu inversión "te fue bien" porque ganaste algo de dinero. ¿Pero cuánto ganaste realmente? ¿Fue suficiente para el riesgo que asumiste? ¿Podrías haber conseguido más con otra alternativa? El ratio de rentabilidad no se trata solo de ver si hay ganancias, sino de entender qué tan eficiente fue tu dinero trabajando para ti.
En este artículo vas a descubrir qué es el ratio de rentabilidad, cómo calcularlo de forma sencilla y, sobre todo, cómo usarlo para tomar mejores decisiones de inversión.
No necesitas ser economista para entenderlo, pero sí te será útil si quieres mirar tus inversiones con más claridad y proyectarte con más confianza hacia el futuro.
¿Qué es el ratio de rentabilidad y por qué importa?
Cuando hablamos de invertir, muchas veces lo primero que nos viene a la mente es la ganancia: ¿cuánto gané?, ¿cuánto creció mi dinero? Sin embargo, no todas las ganancias son igual de rentables. Ahí entra el protagonista de este artículo: el ratio de rentabilidad.
Este ratio es una fórmula que te permite medir la relación entre lo que ganaste y lo que invertiste. No es lo mismo ganar S/ 1000 invirtiendo S/ 2000 que ganarlo invirtiendo S/ 10.000. En el primer caso, tu inversión fue mucho más eficiente. Y eso es justamente lo que te ayuda a ver este indicador.
En pocas palabras, el ratio de rentabilidad te ayuda a entender si una inversión ha valido la pena o no, considerando el capital, el tiempo y el riesgo asumido.
Tipos de ratio de rentabilidad que deberías conocer
Aunque solemos hablar de “rentabilidad” en general, en realidad existen varios tipos de ratios que puedes usar dependiendo del contexto o el tipo de inversión.
Rentabilidad simple o ROI (Retorno sobre la inversión)
Es uno de los más comunes y fáciles de entender. La fórmula es:
ROI = (Ganancia obtenida / Inversión inicial) × 100
Por ejemplo, si invertiste S/ 5000 en un fondo mutuo y ganaste S/ 1000, tu ROI sería:
(1000 / 5000) × 100 = 20%
Esto significa que obtuviste un retorno del 20% sobre tu inversión inicial.
Es útil cuando quieres comparar opciones o evaluar el desempeño de una inversión puntual.
ROE y ROA (Rentabilidad sobre el patrimonio y sobre los activos)
Estos dos ratios se usan más en el análisis de empresas, pero también son útiles si inviertes en acciones:
ROE (Return on Equity): mide cuánto gana una empresa respecto al capital aportado por sus accionistas. Fórmula:
ROE = Utilidad Neta / Patrimonio Neto x 100
ROA (Return on Assets): mide cuánto gana respecto al total de activos que maneja. Fórmula:
ROA = Utilidad Neta / Activos Totales × 100
Ambos te dan una idea de la eficiencia de la empresa y su potencial de crecimiento.
Rentabilidad compuesta o TIR (Tasa Interna de Retorno)
La TIR considera el flujo de ingresos futuros y los reintegros durante toda la vida de la inversión. Es más compleja de calcular, pero también más precisa para inversiones de largo plazo o con varios pagos intermedios.
Rentabilidad nominal vs. rentabilidad real
Este es uno de los errores más comunes: confundir lo que ganaste en términos nominales con lo que realmente ganaste en poder adquisitivo.
Por ejemplo, si tu inversión rindió 5% en un año, pero la inflación fue de 3%, tu rentabilidad real es de 2%. Es importante hacer ese ajuste para tener una mirada honesta sobre lo que realmente estás ganando.
En Perú, la inflación anual en 2024 fue de 1,9 %.
Además de los ratios financieros, vale la pena conocer los diferentes tipos de ahorro disponibles en el mercado.
Cómo calcular el ratio de rentabilidad paso a paso
Ahora que sabes qué es y qué tipos hay, pasemos a la parte práctica: ¿cómo calculas el ratio de rentabilidad de tus inversiones?
Paso 1: Determina tu inversión inicial
Parece obvio, pero aquí es donde muchas personas se equivocan. No se trata solo del monto que pusiste al inicio, sino también de gastos adicionales: comisiones, impuestos, penalidades si las hubiera. Todo eso debe considerarse como parte del capital invertido.
Paso 2: Calcula tu ganancia neta
Es decir, lo que realmente te quedó. Incluye intereses, dividendos, plusvalías (si vendiste algún activo), pero también descuenta los costos asociados, como las comisiones por retiro o mantenimiento.
Por ejemplo, si ganaste S/ 1200 pero pagaste S/ 200 en comisiones, tu ganancia neta será de S/ 1000.
Paso 3: Aplica la fórmula adecuada
Si es una inversión simple, puedes usar el ROI. Si tiene varios flujos o plazos largos, la TIR será más útil.
Ejemplo práctico
Supongamos que invertiste S/ 10,000 en un producto con ahorro durante 5 años, y al final recibiste S/ 14.000.
Tu ROI sería:
(14.000 – 10.000) / 10.000 × 100 = 40%
¿Qué se considera una buena rentabilidad?
Depende. No existe un "número mágico" que defina una buena rentabilidad, ya que esto depende del sector, el riesgo asumido y el contexto económico.
Sin embargo, aquí tienes algunas referencias:
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ROI positivo: Cualquier ROI por encima del 0% indica que tu inversión está generando ganancias.
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ROE sectorial: Varía significativamente por industria. Un ROE del 15-20% generalmente se considera bueno para muchos sectores.
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Comparación con alternativas: Siempre compara con opciones similares de riesgo.
Contexto temporal
Es importante analizar los ratios en diferentes períodos. Una empresa puede tener un ROE excepcional un año debido a condiciones extraordinarias, pero mostrar tendencias decrecientes en el mediano plazo.
Si bien el rendimiento óptimo depende de tu perfil y metas, las soluciones de ahorro con respaldo pueden ser una buena guía. En productos como Ahorro Seguro de Interseguro, puedes obtener retornos adicionales mientras proteges tu capital y a tus seres queridos.
Errores comunes al calcular la rentabilidad
Uno de los principales errores es no ajustar por inflación, lo que da una falsa sensación de ganancia. Otro error es comparar tasas mensuales con anuales sin homogeneizar los plazos.
También es común ignorar los costos asociados (comisiones, impuestos) o no considerar reinversiones, lo cual distorsiona el resultado final.
Por eso, siempre es recomendable usar herramientas digitales o plataformas de inversión que ya calculan automáticamente este tipo de indicadores.
Consejos prácticos para maximizar tu análisis
Saber calcular el ratio de rentabilidad es el primer paso, pero sacarle el máximo provecho implica aplicar ese conocimiento con criterio.
Aquí van algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a analizar mejor tus inversiones:
1. Compara siempre bajo las mismas condiciones
Asegúrate de que las inversiones que estás comparando tienen el mismo horizonte temporal y similares niveles de riesgo. No es lo mismo un depósito a plazo a seis meses que un fondo de acciones a cinco años. Aunque ambos tengan ROI positivo, sus implicancias son muy distintas.
2. Considera el riesgo
Los ratios de rentabilidad deben analizarse junto con el riesgo asumido. Una inversión con ROI del 30% en criptomonedas no es comparable con un ROI del 15% en bonos del gobierno debido a la diferencia de riesgo.
3. Analiza tendencias
Es más valioso ver la evolución de los ratios en el tiempo que una fotografía de un momento específico. Busca patrones de crecimiento sostenible.
4. Ten en cuenta los costos ocultos
Comisiones, impuestos, seguros adicionales o incluso penalidades por retiro anticipado pueden reducir de forma significativa tu rentabilidad. Inclúyelos en tu análisis desde el inicio.
5. No te obsesiones con el número
La rentabilidad es un indicador clave, pero no el único. También es importante considerar factores como la liquidez, la protección ante eventos imprevistos o la alineación con tus objetivos personales.
¿Con qué frecuencia deberías revisar tus ratios de rentabilidad?
No necesitas estar revisando tu rentabilidad todos los días (salvo que seas un inversionista activo).
Pero hacerlo cada tres o seis meses puede ayudarte a tomar mejores decisiones:
-
¿Tu inversión sigue rindiendo lo esperado?
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¿Ha bajado su rentabilidad por cambios en el mercado?
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¿Es momento de diversificar o cambiar de estrategia?
Herramientas y recursos para calcular tu rentabilidad
No necesitas ser un experto en Excel para calcular tus ratios. Hoy existen múltiples formas de hacerlo:
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Calculadoras online: muchas disponibles en webs oficiales como la SBS o en blogs especializados.
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Apps de finanzas personales: algunas incluyen funciones para seguimiento de inversiones.
-
Google Sheets o Excel: si prefieres hacerlo tú mismo, hay fórmulas fáciles de aplicar.
-
Plataformas de inversión y seguros: muchas ya muestran automáticamente el rendimiento de tus productos.
Si estás comenzando en el mundo de las inversiones, el artículo En qué puedo invertir mi dinero para multiplicarlo ofrece una guía.
Más allá del número, lo que el ratio de rentabilidad te revela
El ratio de rentabilidad no es solo una fórmula matemática. Es una herramienta de decisión. Te ayuda a saber si vas por buen camino con tus inversiones, si tu estrategia necesita ajustes, o si llegó el momento de diversificar.
También te permite comparar distintas opciones con lógica financiera, y no solo por intuición. Porque invertir no se trata solo de ganar dinero, sino de ganarlo bien.
Y si cuentas con productos que combinan ahorro e inversión, como Ahorro Seguro de Interseguro, no solo haces crecer tu dinero de forma planificada, sino que también lo haces con respaldo, previsión y beneficios reales.
Mientras rentabilizas tu inversión con un retorno potencial de hasta 100% adicional, también aseguras un respaldo económico significativo para tu familia en caso de que tú faltes.
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Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si mi inversión da rentabilidad negativa? ¿Aún sirve calcular el ratio?
Absolutamente. Un ratio negativo te indica que perdiste parte del capital invertido. Saberlo te permite evaluar si fue un mal momento de mercado, una mala decisión o una señal para ajustar tu estrategia. Ignorar las pérdidas no las hace desaparecer; calcularlas te da el control para actuar.
¿Cómo afecta el tiempo en la rentabilidad de una inversión?
El tiempo es clave. Dos inversiones pueden tener el mismo ROI, pero si una lo logra en un año y la otra en cinco, su eficiencia es muy distinta.
¿La rentabilidad proyectada es lo mismo que la rentabilidad real?
No. La rentabilidad proyectada es una estimación basada en escenarios futuros, y puede cambiar según las condiciones del mercado. La rentabilidad real es la que ya obtuviste con datos cerrados. Ambas son útiles, pero es importante no confundirlas al analizar tus decisiones.
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