¿Cómo ayudar a tu hijo a elegir una carrera universitaria?
Cuando nuestros hijos van creciendo la responsabilidad que solemos ejercer en ellos en relación a los estudios, es bastante grande. Y aunque suene extraño que yo siendo mamá lo diga, ¿Quién sabe a los 16 o 17 años lo que quiere para su futuro? Sin embargo, es una etapa que todo papá atraviesa con sus hijos, y creo que para cuando llegue ese momento uno debe de estar preparado.
Y es que si bien, queremos que nuestros hijos sean unos buenos profesionales, es muy difícil encontrar el perfecto equilibrio entre dejar que sean libres, guiarlos y enseñarles a ser responsables. Así que lo único que nos queda es guiarlos y darles todas las herramientas necesarias para que puedan decidir correctamente.
Te comparto estas opciones para que puedas ayudar a tus hijos a que su elección de carrera no sean tan complicada:
1. Muéstrales las diferentes opciones que tiene: No te centres en que solo debe estudiar las carreras de medicina o ingeniería, enséñale que tiene un sinfín de opciones de acuerdo a sus habilidades.
2. Preséntales a alguien del rubro al que se desean inclinar: Qué mejor que alguien que sabe cómo es la carrera y el desenvolvimiento en ella para poder ampliar sus conocimientos y solucionar sus dudas.
3. Busca cursos de inducción o clases de prueba: Muchas universidades o institutos ofrecen charlas de inducción a distintas carreras, donde los chicos podrán resolver todas sus dudas y sabrán más acerca de los cursos de carrera y todo lo que conlleva su futura carrera.
4. Habla con ellos y pídeles que analicen sobre sus gustos y habilidades: Y es que si bien a ellos les gustaría estudiar una carrera que exige mucho número, debería ir de la mano con sus habilidades en los mismos, de igual manera si quisieran estudiar un carrera de letras.
Pero sin importar lo que ellos elijan, uno de los consejos que me enseñó mi mamá es que “todos tenemos derecho a experimentar y equivocarnos”, así que déjalos escoger su carrera y tú solo sé un guía, ya que eligiendo por ellos no les harás ningún bien. Permíteles acertar o equivocarse, pero eso sí, siempre con responsabilidad.